Notas del Programa

IGOR STRAVINSKY LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

NACIMIENTO: 17 de junio de 1882 en Oranienbaum, Rusia

OBRA COMPUESTA: DESDE SEPTIEMBRE DE 1911 HASTA EL 8 DE MARZO DE 1913

 

 

FALLECIMIENTO: 6 de abril de 1971 en la ciudad de Nueva York

OBRA ESTRENADA: 29 de mayo de 1913 en el Théâtre des Champs-Élysées, París

 

Igor_StravinskyIGOR STRAVINSKY

LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

INSTRUMENTACIÓN: 1 flautín, 3 flautas (el tercer flautista también doblando al segundo flautín), 1 flauta alto, 4 oboes (el cuarto también toca el corno inglés), 1 corno inglés, 3 clarinetes en Si bemol y La (el tercero doblando al segundo clarinete bajo), 1 clarinete en Mi bemol y Re, 1 clarinete bajo, 4 fagotes (el cuarto doblando al segundo contrafagot), 1 contrafagot, 8 trompas (la séptima y octava doblando a las tubas Wagner tenores), 1 trompeta piccolo en Re, 4 trompetas en Do (la cuarta doblando a trompeta baja en Mi bemol), 3 trombones, 2 tubas bajas, percusión y cuerdas.

Duración: 33 minutos

LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

Se desconoce ampliamente que en 1920 Igor Stravinsky comenzó a supervisar la programación de los rollos de piano para las principales obras que había compuesto hasta ese momento, ya que, según dijo, "para crear un documento duradero que debería ser de utilidad para aquellos intérpretes que preferirían conocer y seguir mis intenciones en lugar de desorientarse hacia interpretaciones insensatos de mi texto musical".

El aspecto más asombroso de los rollos de La consagración de la primavera es que el final de la "Danza Sagrada", en la que la joven virgen baila hasta su muerte, va mucho más rápido en relación con el resto de la obra de lo que jamás la escuchamos interpretar ahora, incluso en las propias grabaciones de Stravinsky.

¿Qué ocurrió? ¿Es posible que Stravinsky haya querido realmente que este fuera el tempo de la sección cuando todas sus partituras llevaban una indicación metronómica de casi 30 puntos más lenta de la que escuchamos en el rollo de piano?

El eminente musicólogo norteamericano William Malloch fue el primero en llamar mi atención sobre esta interesante información. El señor Malloch, uno de los intelectuales más perspicaces y creativos sobre la música de hoy en día, ha analizado con detalles la manera en que la tecnología existente en aquella época, es decir, los órganos de cilindro, las cajas de música, los rollos de piano y los metrónomos, pueden arrojar luz sobre los tempi a los que originalmente se interpretaban las piezas musicales. Él sostiene que la razón por la cual Stravinsky redujo el tempo para esta sección que la música resultaba demasiado difícil de interpretar para los músicos de la época y para el propio Stravinsky dirigirla, por lo que el compositor simplemente escribió la partitura y la utilizó en sus propias interpretaciones a un tempo que él y sus músicos podían dirigir. Desde entonces, todos los directores han seguido su ejemplo. Es interesante notar que Pierre Monteux, el hombre que dirigió la obra en su tormentoso estreno de 1913 y, por lo tanto el músico más cercano a la idea original, se le escucha afanarse para que los músicos de París interpreten la sección casi al mismo tempo que el rollo de piano en su grabación de 1929, aunque los resultados a veces rocen el caos. ¡Incluso a Stravinsky no le resulta mejor en la propia grabación de ese mismo año a un tempo más lento lo que enfatiza el desafío extraordinario que esta música representaba a cualquier velocidad, ¡incluso para los mejores músicos europeos de la época!

Malloch sugiere una teoría fascinate es decir que otros compositores que se encontraban en París en aquella época fueron influenciados por el efecto embriagador de la "Danza Sagrada" y lo citaron en sus propias obras.

En la Sonata para "Dos pianos y percusión" de Bartók, en “Los jóvenes pioneros” de Aaron Copland y, lo que es más sorprendente, en el final de la Sonata para piano n.º 7 de Prokofiev, hay pasajes que citan casi textualmente la "Danza Sagrada", pero al tempo del rollo de piano, no al conocido tempo más lento. Teniendo en cuenta que los tres compositores casualmente realizaron los rollos de piano de sus propias obras en el estudio Pleyel, es inevitable que hayan escuchado el rollo de la "Danza Sagrada" de Stravinsky a un ritmo rápido, y aparentemente esto les causó una impresión indeleble.

¿Podrían los bailarines haber bailado la parte a esta velocidad vertiginosa? Tal vez esta no era la principal preocupación de Stravinsky. En uno de los ensayos de "La Consagración", la gran bailarina rusa Marie Rambert describe cómo: "Al escuchar la forma en que se estaba tocando la música, Stravinsky se acaloró, apartó al corpulento pianista alemán y procedió a tocar al doble de rápido de lo que lo habíamos estado haciendo y al doble de rápido de lo que posiblemente podíamos bailar. Golpeaba el suelo con los pies y el piano con el puño, cantando y gritando”.A la velocidad estimulante del rollo de piano, la conclusión de la segunda parte de la obra iguala e incluso supera la emoción acumulada de la primera parte en lugar de ser una especie de decepción, y ciertamente podemos entender fácilmente cómo una figura sacrificial pudo haber bailado hasta la muerte a tal tempo, mientras que a un tempo más lento ¡parece tener la oportunidad de sobrevivir! Nadie sabrá nunca lo que Stravinsky habría querido si hubiera escuchado la "Danza" interpretada por una orquesta al tempo del rollo de piano. Es difícil imaginar que no la hubiera aceptada con entusiasmo como "la verdad", tan asombroso es su efecto.

A la velocidad estimulante del rollo de piano, la conclusión de la segunda parte de la obra iguala e incluso supera la emoción acumulada de la primera parte en lugar de ser una especie de decepción, y ciertamente podemos entender fácilmente cómo una figura sacrificial pudo haber bailado hasta la muerte a tal tempo, mientras que a un tempo más lento ¡parece tener la oportunidad de sobrevivir! Nadie sabrá nunca lo que Stravinsky habría querido si hubiera escuchado la "Danza" interpretada por una orquesta al tempo del rollo de piano. Es difícil imaginar que no la hubiera aceptada con entusiasmo como "la verdad", tan asombroso es su efecto.Tal vez haya justicia poética en el hecho de que una creación abandonada porque en 1929los músicos más expertos de la época no pudieron llevarla a cabo, sea - más de 80 años después - restablecida a su energía original por una orquesta juvenil.

 

Benjamin Zander

 

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